sábado, 14 de julio de 2012

HIV

Es una enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La afección destruye el sistema inmunitario en forma gradual, lo cual hace que para el cuerpo sea más difícil combatir infecciones.


Vías de transmisión
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se puede diseminar de las siguientes maneras:
· A través del contacto sexual: incluyendo sexo oral, vaginal y anal.
· A través de la sangre: por transfusiones de sangre, punciones accidentales con agujas o por compartir agujas.
· De la madre al hijo: una mujer embarazada puede transmitirle el virus a su feto a través de la circulación sanguínea compartida o una madre lactante puede pasárselo a su bebé a través de la leche materna.

Manifestaciones clínicas
Las personas que resultan infectadas con VIH pueden estar asintomáticas hasta por 10 años, pero aún pueden transmitir la infección a otros.
Los síntomas relacionados con el VIH por lo general se deben a una infección diferente en el cuerpo. Algunos síntomas relacionados con la infección por VIH comprenden:
• Diarrea
• Fatiga
• Fiebre
• Candidiasis vaginal frecuente
• Dolor de cabeza
• Úlceras bucales, incluyendo infección por cándida
• Rigidez o dolor muscular
• Erupción cutánea de diversos tipos, incluyendo dermatitis seborreica
• Dolor de garganta
• Inflamación de los ganglios linfáticos
Es necesario recordar que muchas personas no tienen síntomas cuando reciben el diagnóstico de infección por VIH.

Diagnóstico
Los exámenes ELISA e inmunotransferencia para VIH detectan anticuerpos contra el virus de la inmunodeficiencia humana en la sangre. Ambos exámenes tienen que ser positivos para confirmar una infección por VIH.
El examen es confidencial y gratuito.

Pronóstico y tratamiento
El VIH es una afección médica crónica que se puede tratar, pero que aún no se puede curar.
Existen formas efectivas de prevenir complicaciones y retardar, aunque no siempre evitar, la progresión hacia el SIDA.

Prevención
Para cada vía de transmisión existe una manera concreta de prevención.
En cada tipo de relación sexual (oral, anal, vaginal) debe usarse preservativo. Este puede ser masculino o femenino. También se utilizan barreras de látex para sexo oral.
En la vía sanguínea se utilizan elementos quirúrgicos esterilizados y también elementos descartables. En caso de usuarios de drogas intravenosas, para evitar la trasmisión deben usar jeringas descartables (una sola vez y debe ser de uso exclusivamente personal).
En el caso de una madre embarazada, el médico le recomienda hacerse el test de VIH en varios momentos de su embarazo. Si es positiva, existe tratamiento con drogas llamadas antirretrovirales para evitar la transmisión del virus al feto. En el parto se realiza una cesárea especial evitando derramamiento de líquidos. Luego del parto se evitará la etapa de lactancia y será reemplazada con leches maternizadas.


Sífilis

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum.

Formas de contagio
La sífilis se pasa de una persona a otra a través del contacto directo con una úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los genitales externos, la vagina, el ano o el recto. También pueden salir en los labios y en la boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Las mujeres embarazadas que tienen esta enfermedad pueden pasársela a los bebés que llevan en el vientre. La sífilis no se propaga por el contacto con los inodoros, las manijas de las puertas, las piscinas, las bañeras normales o de hidromasaje, ni por compartir ropa o cubiertos.

Manifestaciones clínicas 
Muchas personas que tienen sífilis no presentan síntomas durante años, pero aun así enfrentan el riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan la enfermedad. Las personas que están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad transmiten la infección aunque muchas veces las úlceras sifilíticas no se puedan reconocer. Por lo tanto, las personas que no saben que están infectadas pueden contagiar la enfermedad.
Fase primaria: La fase primaria de la sífilis suele estar marcada por la aparición de una sola úlcera (llamada chancro), pero puede que haya muchas. El tiempo que transcurre entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días (con un promedio de 21 días). Por lo general, el chancro es firme, redondo, pequeño e indoloro. Aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. El chancro dura de 3 a 6 semanas y desaparece sin ser tratado. Sin embargo, si no se administra el tratamiento adecuado la infección avanza a la fase secundaria.
Fase secundaria: La fase secundaria se caracteriza por erupciones en la piel y lesiones en las membranas mucosas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una erupción de la piel en una o más áreas del cuerpo, que por lo general no produce picazón. Las erupciones de la piel asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer cuando el chancro se está curando o varias semanas después de que se haya curado. La erupción característica de la sífilis secundaria puede tomar el aspecto de puntos rugosos, de color rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. Sin embargo, en otras partes del cuerpo también pueden aparecer erupciones de aspecto distinto, o que son similares a las causadas por otras enfermedades. Algunas veces, las erupciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves que pasan desapercibidas. Además, puede que se presenten otros síntomas durante la fase secundaria de la sífilis, como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello en algunas áreas, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos y síntomas de la sífilis secundaria desaparecen aun si no son tratados, pero si no se administra tratamiento la infección progresará a la fase latente y posiblemente hasta la última fase de la enfermedad.
Fases latente y terciaria: La fase latente (oculta) de la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no presente signos o síntomas ya que la infección permanece en el cuerpo. Esta fase latente puede durar años. En el 15% de las personas que no reciben tratamiento para la sífilis, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de haberse adquirido la infección. En esta fase avanzada la sífilis puede afectar posteriormente órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los signos y síntomas de la fase terciaria de la sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. El daño puede ser grave y causar la muerte.

Diagnóstico 
Algunos médicos pueden diagnosticar la sífilis mediante el análisis de una muestra líquida del chancro (la úlcera infecciosa) en un microscopio especial llamado microscopio de campo oscuro. Si las bacterias de la sífilis están presentes en la úlcera, se observarán en el microscopio.
Otra manera de determinar si una persona tiene sífilis es mediante un análisis de sangre. Poco después de que una persona se infecta comienza a producir anticuerpos contra la sífilis que pueden ser detectados mediante una prueba de sangre segura, precisa y económica. El cuerpo presentará niveles bajos de anticuerpos en la sangre durante meses o incluso años después de que se haya completado el tratamiento de la enfermedad. Dado que la sífilis no tratada en una mujer embarazada puede infectar y posiblemente provocar la muerte de su bebé, toda mujer embarazada debe hacerse un análisis de sangre para detectar la sífilis.

Tratamiento 
La sífilis es fácil de curar en sus fases iniciales. Si una persona ha tenido sífilis durante menos de un año, la enfermedad se curará con una sola inyección intramuscular de penicilina, que es un antibiótico, y si ha tenido sífilis por más de un año, necesitará dosis adicionales. Existen otros antibióticos para tratar la sífilis en personas que son alérgicas a la penicilina. La sífilis no puede curarse con remedios caseros ni con medicinas que se venden sin receta médica. El tratamiento matará la bacteria que causa la sífilis y evitará futuras lesiones, pero no remediará las lesiones ya ocasionadas.
Ya que existe un tratamiento eficaz contra la sífilis, es importante que periódicamente las personas se hagan las pruebas de detección de esta enfermedad si practican conductas sexuales que las ponen a riesgo de contraer ETS.
Las personas que estén tratándose contra la sífilis deben abstenerse de tener contactos sexuales con parejas nuevas hasta que las úlceras sifilíticas se hayan curado por completo. Las personas que tienen sífilis deben avisar inmediatamente a sus parejas para que se sometan a pruebas y reciban tratamiento si es necesario.
Prevención
Las enfermedades genitales ulcerosas, como la sífilis, pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas que hayan estado cubiertas o protegidas con un condón de látex, así como en áreas que no estuvieron cubiertas durante la relación sexual. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer sífilis, herpes genitales y chancros, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está cubierta.
La transmisión de una ETS, incluida la sífilis, no puede prevenirse con lavarse los genitales, orinar o darse una ducha vaginal después de la relación sexual. Cualquier secreción, úlcera o irritación anormal, en particular en el área de la ingle, debe considerarse como una señal para consultar al médico de inmediato.

Herpes genital


El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2).

Vías de transmisión
El VHS-1 y el VHS-2 pueden encontrarse en las llagas causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no tiene llagas. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el VHS-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección genital por VHS-2.
La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una llaga visible y que no sepa que está infectada.

Manifestaciones clínicas
La mayoría de las personas infectadas por el VHS-1 o VHS-2 no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos.
Cuando se manifiestan los signos, usualmente lo hacen en forma de una o más ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se rompen formando úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se presentan.
Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.

Prevención
La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es abstenerse del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Las enfermedades genitales ulcerosas pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas, que hayan o no estado cubiertas o protegidas con un condón de látex durante la relación sexual. El uso adecuado y habitual de condones de látex puede reducir el riesgo de adquirir el herpes genital.
Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales con parejas sexuales no infectadas cuando tengan lesiones u otros síntomas del herpes.
Es importante saber que aunque la persona no tenga síntomas, todavía puede infectar a sus parejas sexuales.

Pronóstico y complicaciones
En muchos adultos el herpes genital puede causar dolorosas llagas genitales recurrentes y la infección por el herpes puede ser grave en personas con sistemas inmunitarios deprimidos.
Adicionalmente, el VHS genital puede causar infecciones potencialmente mortales en los bebés.

Tratamiento
No existe un tratamiento que pueda curar el herpes, pero los medicamentos antivirales pueden acortar y prevenir los brotes durante el tiempo que la persona toma los medicamentos.

Gonorrea


La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae o gonococo. La gonorrea puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino, el útero y las trompas de Falopio en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, la garganta, los ojos y el ano. Cualquier persona que sea sexualmente activa puede contraer gonorrea. Es más común entre adolescentes y adultos jóvenes. Muchas personas que tienen gonorrea no lo saben, especialmente las mujeres, debido a que la enfermedad a menudo no presenta síntomas.

Formas de trasmisión
Las personas contraen gonorrea al tener relaciones sexuales con alguien que tenga esta enfermedad. "Relaciones sexuales" quiere decir relaciones sexuales anales, orales o vaginales. La gonorrea puede ser transmitida a través de los fluidos corporales así el hombre no eyacule. La gonorrea también puede transmitirse de una madre que no haya recibido tratamiento a su bebé durante el parto.
Las personas que han tenido gonorrea y han sido tratadas pueden infectarse de nuevo si tienen contacto sexual con una persona que tiene la enfermedad.

Manifestaciones clínicas 
Es posible que algunos hombres con gonorrea no presenten ningún síntoma. No obstante, uno de los síntomas comunes en los hombres es la sensación de ardor al orinar o una secreción blanca, amarillenta o verdosa del pene que, por lo general, aparece entre 1 y 14 días después de contraer la infección. Algunas veces a los hombres con gonorrea les duelen los testículos o se les inflaman.
La mayoría de las mujeres con gonorrea no tienen síntomas. Incluso cuando tienen síntomas, por lo general son  muy leves y se pueden confundir con los síntomas de una infección vaginal o de la vejiga. Entre los primeros síntomas en las mujeres se encuentran una sensación de dolor o ardor al orinar, aumento del flujo vaginal o hemorragia vaginal entre períodos. Las mujeres con gonorrea corren el riesgo de tener graves complicaciones por la infección, aun cuando no presenten síntomas o sean leves.
Los síntomas de infección rectal, tanto en hombres como en mujeres incluyen secreción, picazón anal, dolores, sangrado o dolor al defecar. También es probable que las infecciones rectales no estén acompañadas de síntomas. Las infecciones de la garganta puede que provoquen dolor de garganta, pero por lo general no presentan ningún síntoma.

Complicaciones 
Cuando la gonorrea no se trata, puede ocasionar problemas de salud graves y permanentes tanto en los hombres como en las mujeres.
En las mujeres, la gonorrea puede propagarse al útero o a las trompas de Falopio y causar enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Los síntomas pueden ser leves o muy graves e incluir dolor abdominal y fiebre. También puede causar suficientes daños a las trompas de Falopio al punto de impedir que una mujer pueda tener hijos. La EIP también puede aumentar el riesgo de un embarazo ectópico (afección grave en la cual el óvulo fecundado crece fuera del útero).
En los hombres, la gonorrea puede causar una afección dolorosa llamada epididimitis en los conductos de los testículos. En casos poco comunes, esto puede causar esterilidad.
Si no se trata, la gonorrea también puede propagarse a la sangre y a las articulaciones.  Esta afección puede ser mortal.

Diagnostico 
En las mayoría de los casos, se puede utilizar una muestra de orina para detectar la gonorrea. Pero si una persona ha tenido relaciones sexuales orales o anales, se puede usar un hisopo para obtener muestras de la garganta o del recto. En algunos casos, se deben tomar muestras de la uretra del hombre (canal urinario) o del cuello uterino de la mujer.

Tratamiento 
La gonorrea se puede curar con el tratamiento adecuado. Para curar la gonorrea, es necesario tomar todos los medicamentos que han sido recetados.  Los medicamentos para la gonorrea no se deben compartir con nadie. Si bien los medicamentos detendrán la infección, no repararán ninguna lesión permanente que haya dejado la enfermedad. Si los síntomas en una persona continúan por más de unos días después del tratamiento, debe regresar al médico para que la evalúen nuevamente.
Una persona a la que se le ha diagnosticado y se le ha tratado la gonorrea debe informar de esto a todas sus parejas sexuales recientes, con quienes haya tenido relaciones vaginales, orales o anales, para que consulten a un proveedor de atención médica y reciban tratamiento La persona con gonorrea y todas sus parejas sexuales deben evitar tener relaciones sexuales hasta que hayan completado el tratamiento contra la enfermedad y ninguno tenga síntomas.


viernes, 13 de julio de 2012

Chlamydia Trachomatis

Chlamydia Trachomatis es una bacteria intracelular obligada, gram negativa. Es el agente causal de varias infecciones del tracto genital inferior tanto el hombres como en mujeres.
La infección por Chlamydia Trachomatis puede afectar el cuello uterino, el útero, la nasofaringe y el epidídimo. Es la principal enfermedad bacteriana trasmitida sexualmente y un agente importante de infertilidad femenina. El único método efectivo de prevención es el preservativo.
La Fuerza de Tareas Americana (USPTFS) recomienda el rastreo de esta infección en mujeres jóvenes sexualmente activas.


Epidemiología
En la mayoría de los países, la infección por Chlamydia Trachomatis es la más frecuente de todas las enfermedades de trasmisión sexual. Afecta tanto a hombre como mujeres, principalmente de entre 15 y 24 años.

Manifestaciones clínicas
Tanto hombres como mujeres pueden tener historias de enfermedades de trasmisión sexual, disuria o secreción uretral purulenta. En las mujeres el 80% cursa la infección asintomáticamente; en caso contrario puede presentarse descarga vaginal, sangrado postcoito, dispareunia, proctitis, dolor pélvico o fiebre. En 50% de los hombres cursan la infección asintomáticamente, el resto puede padecer descarga uretral, proctitis, dolor unilateral escrotal o fiebre.

Complicaciones
La principal complicación de la infección por Chlamydia Trachomatis es la infertilidad. Puede ser causa de enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) y ésta es un factor de riesgo para el embarazo ectópico. La infección por Chlamydia aumenta el riesgo de contagio de HIV al aumentar la inflamación de la mucosa.

Diagnóstico
Para arribar al diagnóstico deben tomarse muestras de los lugares afectados. Esto se realiza principalmente del cuello uterino en el caso de la mujer y de la uretra en el caso del hombre. Para detectar a la bacteria se
utilizan preferentemente técnicas moleculares y no el cultivo.

Prevención
La única manera efectiva de prevenir esta infección es con el uso correcto del preservativo. Es importante recordar que es algunos casos es asintomática y que trae aparejada complicaciones graves si no es tratada.

Tratamiento
Ambos miembros de la pareja deben realizar un tratamiento antibiótico. En aconsejable no tener relaciones sexuales durante el tratamiento.



Trichomoniasis

Trichomonas Vaginalis es un parásito de adquisición frecuente a través de las relaciones sexuales y es totalmente tratable. Causa mayormente lo que se conoce como "vaginitis" (inflamación vaginal en mujeres) y "uretritis" (infección de la uretra en hombres).
La trasmisión es a través de la penetración pene-vagina o de la interacción vulva-vulva (el área genital afuera de la vagina); por lo que las mujeres pueden adquirir la infección tanto de compañeros hombres como mujeres que estén infectados, en tanto los hombres generalmente lo hacen de mujeres infectadas.

Manifestaciones clínicas
Hay algunas diferencias entre lo que se expresa en hombres y mujeres.
La mayoría de los hombres son asintomáticos, aunque sin embargo algunos pueden presentar irritación del pene, descarga leve por la uretra o sensación de quemazón después de orinar o eyacular. Estos síntomas pueden desaparecer por si solos en cuestión de semanas sin tratamiento, lo que no indica que esté libre de infección, por lo que podría fácilmente seguir infectando a otras personas y necesita recibir tratamiento.
Las mujeres por su parte tienen una descarga vaginal espumosa amarillo-verdosa con un fuerte olor; puede ir acompañado de moelstia durante las relaciones sexuales o al orinar y de picor e irritación en la zona genital. Estos síntomas generalmente aparecen entre 5 a 28 días posteriores al contacto.

Complicaciones asociadas
Las mujeres infectadas debido a la inflamación que genera el parásito hace que las mismas sean más susceptibles a la infección y trasmisión de HIV y afecta también al embarazo (generando partos prematuros o bebés con bajo peso al nacer)

Diagnóstico
Trichomona vaginalis es más difícil de detectar en hombres que en mujeres. En el caso de las últimas, se tiene en cuenta la clínica y un examen ginecológico con toma de muestra de las secreciones vaginales con un hisopo (en el caso de los hombres la muestra se toma de la uretra) que luego será analizado para detectar la presencia del parásito (visión directa en microscopio, prueba rápida de látex, cultivo del exudado, PCR).

Tratamiento
Se trata a ambas personas en la pareja con una toma única de metronidazol por vía oral. Las personas deben evitar tener relaciones sexuales hasta que ambos hayan completado el tratamiento y se encuentren libres de síntomas.
El hecho de haber contraído trichomoniasis y haber recibido tratamiento no hace que una persona esté libre de volver a infectarse, por lo que el mecanismo de prevención más eficiente es el uso de preservativos de látex; usados de forma correcta.

Virus del Papiloma Humano (HPV)

El virus del papiloma humano es el agente causal de múltiples lesiones del tracto genital, así como también del cáncer de cuello uterino y de otras regiones genitales.
Es un virus con doble cadena de ADN, del cual se han identificado más de 100 tipos. Dentro de los tipos considerados de bajo riesgo se encuentran: 6, 11, 42, 44, 54, 55, 70, 75, 76, 77. Los de alto riesgo son: 16, 18, 26, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 71, 74.

Factores de riesgo y epidemiología
El HPV afecta tanto a mujeres, como a hombres. La edad de mayor prevalencia en entre los 20 y 24 años.
El HPV requiere la presencia de cofactores para causar enfermedad, entre ellos se encuentran: tabaco, radiación ultravioleta, embarazo, déficit de ácido fólico, inmunosupresión, HIV.
Los factores de riesgo incluyen: el inicio temprano de las relaciones sexuales, las múltiples parejas sexuales y falta de uso de preservativo.

Manifestaciones clínicas
La infección por HPV cursa generalmente sin síntomas. En otros casos, puede presentarse como verrugas genitales, lesiones en la región anal y genital.

Formas de trasmisión
La principal forma de trasmisión es la vía sexual. Otras formas menos frecuentes son la vertical, por autoinoculación y por fomites.

Diagnóstico y tratamiento
En algunos casos el diagnóstico es simplemente clínico o puede tomarse una muestra citológica (PAP) del cuello uterino cuando corresponda. En algunos países se usan pruebas de detección del virus, como la hibridación.
A continuación adjuntamos las recomendaciones de tres asociaciones en relación a la detección de cáncer de cuello.

En cuanto al tratamiento no hay uno contra el virus, pero sí para las lesiones que produce. Recomendamos consultar con su médico sobre las opciones terapéuticas.

Prevención
Actualmente existen dos vacunas contra el HPV, una de las cuales está incluida en el calendario de vacunación de la República Argentina. Se administran a las niñas a partir de los 11 años, con un esquema de tres dosis.
La mejor manera de prevenir la infección por HPV es con el uso de preservativos. Estos deben ser usados correctamente y en todas las relaciones sexuales.